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Las sorprendentes prohibiciones de algunos municipios italianos

11.8.10


Basadas en una ley impulsada por Berlusconi, disposiciones locales no permiten actos tan simples y habituales como besarse en un auto, comer helado en la calle, dar de comer a las palomas, colgar toallas en los balcones o hacer pozos y castillos de arena en la playa.

Italia amenaza con convertirse en el país con algunas de las prohibiciones más sorprendentes. La montaña de proscripciones, detalladas por el diario turinés "La Stampa", incluye más de 150 "disposiciones locales" que afectan especialmente a los turistas en las playas y callejuelas de las pintorescas ciudades de Italia.

Las fantasiosas ocurrencias de alcaldes se basan en una ley nacional del gobierno de Silvio Berlusconi de 2008 referida "a todo lo que afecte la seguridad y el orden público".

Se acabó el comer helado en la calle en la localidad siciliana de Trapani, o hacer pozos en la playa o construir castillos de arena en el balneario veneciano Eraclea. En Lucca, Toscana, hay multas de hasta 500 euros (2.500 pesos) para quien dé comida a las palomas. En la famosa isla turística de Capri no se puede salir a la calle con sandalias de suela de madera por su tableteo. Y en Eboli, localidad de Campania, se multa a las parejas que se besen en un auto.

Algunas prohibiciones son más comprensibles, como la adoptada en Is Aruttas, Cerdeña, donde desterraron el fumar en público, o las que prohíben llevar a perros y gatos a la cancha o estimular que las palomas se conviertan en plaga.

En Roma, sin llegar a estar prohibido, es mal visto comer el panino en la calle. "Es el tercer verano que hay que evitar las prohibiciones, aunque a menudo nadie conoce las normativas", señala La Stampa en un artículo en el que lamenta "que todo se prohíba".

Como consecuencia de otras disposiciones adoptadas al amparo de esa ley, en Lerici, Liguria, nadie puede caminar por la calle en traje de baño o colgar toallas mojadas en su balcón. En Pordenone, en el noreste, multan a las parejas que se pelean en público y en San Remo está prohibido hablar con prostitutas.

Sin embargo, en la playa Dante, en la zona de Ravenna, parece estar prohibido casi todo, según la periodista Flavia Amabile: "Nada de música fuerte entre 13:00 y 16:00, ni volantes publicitarios, prohibido tomar sol en topless y en los primeros 200 metros del Lido se puede caminar, pero no tirarse en la arena". Así, ya nadie podrá llegar desprevenido y simplemente tirarse bajo el sol italiano.

(Fuente: DPA)